viernes, 20 de agosto de 2010

FIBERTEL.


Según la nota publicada por el diario Clarín hace no menos de 20 minutos, donde gravitan "los argumentos" por los cuales el Gobierno no puede quitarle la licencia a la ya caduca Fibertel, se manifiesta que, "En febrero de 2009, a casi tres años de presentada la absorción (de Fibertel a Cablevisión), Cablevisión inscribe la operación en la Inspección General de Justicia (IGJ), que la aprueba". Para proseguir en el punto cinco "La secretaría de Comunicaciones no se expide sobre Fibertel. La compañía poseía derecho para operar en telefonía, lo que podía provocar competencia a Telefónica y Telecom". Luego en el siguiente apartado dice "Cablevisión da por incorporada la licencia de Fibertel y considera que la operación tiene efecto retroactivo al momento de su inicio, que fue el 1° de abril de 2003 [...] Cablevisión solicita acceso a la numeración telefónica y a redes de interconexión que le corresponde por tener licencia. El secretario de Comunicaciones, Lisandro Salas, no lo hace" (negritas mías)

Todos estos hechos que Clarín describe en forma cronológica dan fundamento a las argumentaciones del Gobierno. La Secretaria de Comunicaciones nunca le otorgo la licencia a Cablevisión para operar con la ya disuelta Fibertel. Lo demuestra en la constancia de que esta secretaría nunca se expidió sobre el caso. Por lo que Cablevisión "da" por incorporada la licencia aunque no se le otorguen las redes de interconexión que le corresponderían.

El Ministerio de Planificación se esta expidiendo en este momento. Seguramente debe haber causas politicas, porque si entre la Casa Rosada y el multimedio estuviese todo bien las cosas serían distintas. Pero la caducación de la licencia bien puede fundamentarse en la última ley impulsada y aprobada por el oficialismo, donde se trata de abrir mercados a nuevas empresas prestadoras. Siendo que el cableado televisivo es dominante Fibertel se proyectaba comercialmente como empresa dominante.

Fibertel siempre jugo bien con la publicidad, se asentó de forma dominante (pero con competencia) en Capital Federal y en zonas donde Cablevisión sin ser parte de Multicanal operaba, como las ciudades de Campana, Zárate o Bahía Blanca. Ahora, en forma expedita, armó un paquete de publicidades de victimización comercial dirigida básicamente a su millón de clientes. De forma cruda, mucha plata.
Obviamente el Grupo Clarín está en todo su derecho de reclamo, pero no creo que tenga que usar a sus usuarios como lo ha venido demostrando en sus sucesivas notas. El Gobierno administrativamente parecería que también se encuentra en todo su derecho, pero como bien dice esta nota de Página no queda claro porque, detectada la irregularidad, la secretaria de comunicaciones no le otorga la licencia al Grupo. O mejor dicho si queda claro, de esta manera queda a la luz el conflicto político entre Gobierno y Clarín.
Más allá de esta apreciación personal del caso vale decir que llega a impresionarme la defensa de una empresa privada. Creo que no hay censura, no hay restricciones a la libertad de expresión ni a la libertad de elección. Es difícil hacerlo en la coyuntura pero ¿por que no discutir si la idea es tratar de abrir mercados concentrados? y acá inevitablemente hay que hablar del papel de las telefónicas.
Los argumentos jurídico-administrativos juegan a favor del gobierno, los políticos van en danza derecho al congreso y quién te dice a la Corte Suprema.

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